jueves, 7 de diciembre de 2017

DESARROLLO RURAL


   Extremadura se desangra por sus pueblos. Las zonas rurales son las más castigadas consecuencias de las políticas de apartheid económico al que nos han condenado el sistema autonómico con la complicidad y colaboración necesaria de aquellos que han gobernado los últimos 40 años.  Decenas de pueblos extremeños desaparecerán en las próximas décadas si no lo evitamos. Desaparcarán por que sus habitantes deberán de irse a otras regiones de España como ya hicieron nuestros padres y nuestros abuelos. Desaparecerán por que una vez desmontada la gran mentira socialista del PER que ha contribuido a arruinar más aun nuestra tierra nada les queda en sus pueblos. Ni siquiera el enchufe administrativo del ayuntamiento corrupto de turno.

   La única forma de garantizar no solo la supervivencia de nuestros pueblos sino el porvenir de los mismos es crear puestos de trabajos estables. Puestos de trabajo que solo serán posible si llenamos nuestra tierra de empresas e industrias como queda detallado en la Estrategia Económica y en el Proyecto Político-Industrial.
  
El sector primario completará su círculo en Extremadura
   Para ello, será necesario instaurar empresas y fábricas en aquellas localidades que actúen como localidad principal dentro de las comarcas.  Esta industrialización rural deberá de ir ligada al sector primario principalmente, dejando las grandes industrias y empresas para las localidades principales. La caza, pesca, agricultura y ganadería, así como el turismo rural deberán de liderar este proceso de regeneración económica y demográfica de los pueblos extremeños. 


   El proceso de transformación de productos agrícolas y ganaderos en su derivado industrial deberá de realizarse en el mundo rural, para ello los principales actores deberán de contribuir en la forma necesaria para ello apoyados por medidas proactivas de la administración local y autonómica.   Así mismo, Extremadura pasará a convertirse en destino internacional de actividades cinegéticas y de pesca continental, premiando la calidad y capacidad económica frente a la masificación turística.
  Terminando de completarse el triángulo de desarrollo rural con el turismo. Un turismo que deberá de ser contraposición al turismo masificado y muy comúnmente de escasa repercusión económica real que se vive en las costas españolas. Se primará un turismo cultural, recreativo y familiar. Lejos de los conceptos prestablecidos buscando una vez más la capacidad y el rigor económico frente a la masificación. 

Vamos a defender y fomentar la cultura
y tradiciones de Extremadura

  Pero no solamente mediante el desarrollo económico que garantizará la supervivencia del mundo rural, sino su propio futro, un futuro digno y esperanzador. Las zonas rurales disfrutarán de una especial atención administrativa en todos los sectores.
   La reducción tributaria será especialmente significativa en el mundo rural, los proyectos de fomento de la natalidad o la creación de vivienda pública encontrarán en los pueblos de Extremadura su cenit económico y los planes de desarrollo industrial y empresarial gozarán de las mayores ventajas inversoras en las zonas rurales.

Los niños volverás a poblar las calles extremeñas.

   Las élites de todas las políticas de Alianza tendrán su máxima expresión en cada pueblo cacereño y pacense. Así mismo. Y para compensar la terrorífica política de abandono que la Junta de Extremadura está aplicando y ha aplicado a nuestras localidades menores se desviarán una parte importante de los presupuestos de la Junta a proyectos de inversión que actúen como multiplicadores de fuerzas de la estrategia de desarrollo rural. 



“QUEREMOS LAS CALLES DE LOS PUEBLOS EXTREMEÑOS LLENAS DE LA SONRISA DE NUESTROS HIJOS”

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