Después del giro hacia la izquierda emprendido por el Partido Popular un grupo de miembros de ese partido, liderado por Santiago Abascal y Alejo Vidal Cuadras decidieron fundar una nueva formación política que llenase el vacio que la deriba radical de izquierdas del Partido Popular había dejado en el electorado democrático español. Casi dos años después de aquello, con un Pp cada vez más escorado hacia la izquierda y cada día mas ramera de las políticas socialdemócratas ya podemos hacernos una idea de para que sirve VOX: para COBRAR.
El partido no funciona, no tira, No tiene enganche. Desde las primeras elecciones a las que se presentaron no han hecho si no perder votos y afiliados. Eso si, lo único que no pierden son aquellos que dirigen el partido.
No hay proyecto político. No hay definición ideológica clara. No hay programa. No hay conexión con la sociedad. El partido no "tira". Pero no todo es malo. A algunos le va muy bien. A su presidente Santiago Abascal y los 75.000 € que se lleva del partido o a Enrique Cábanas y los más de 50.000 € que le tocan del pastel, pastel puesto por todos y cada uno de los afiliados.
Partido pequeño, humilde, con gente digna,muy digna. Y con líderes que en sueldos se llevan la mitad del prepuesto, un presupuesto de salarios y sede del partido en una de las calles más lujosas (y por ende caras) de la capital del Reino.
No importa que se vaya de fracaso en fracaso, que en apenas un año se hayan perdido a tres de cada cuatro votantes. Mientras los afiliados paguen, el futuro (de ellos dos) está asegurado. La estrategia, el análisis, el por qué del fracaso electoral en VOX es muy claro: "la culpa la tienen los medios" y con esa cantinela los que mandan a seguir cobrando.
Mal camino para un conservador extremeño seguir a una formación sin base ideológica que pide dinero a los afiliados cada dos semanas mientras en sueldo y pago del alquiler de sedes lujosas en caras calles madrileñas se va la mitad del presupuesto.
VOX: HABLA, CONVENCE, COBRA.
