En los últimos años, las acciones y el auge de los movimientos terroristas ecologistas y sus miembros no ha hecho si no crecer. Estos empezaron a hacerse fuertes bajo la presidencia del gobierno socialista salido del 11M y continuaron su expansión y aumento de su poder ante la inoperancia cuando no silencio cómplice del Partido Popular y su presidente socialdemócrata, Mariano Rajoy Brey.
El ecoterrorismo afortunadamente aun es débil en España, pero no por ello menos peligroso, más aun cuando no deja de crecer. Este crecimiento es posible gracias a lo complicidad de una justicia corrompida (sentencias que amparan los insultos y las amenazas de muerte) y una policía (y lo que es más preocupante, también la Guardia Civil) que miran para otro lado en vez de combatirlo en muchas ocasiones. El terrorismo ecológico crece, despacio, pero crece como ha crecido todo movimiento terrorista y criminal en España: al amparo de la izquierda y con el silencio cómplice y la inanición de los partidos que representan a la derecha.
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Perros de una reala asesinados por ecoterroristas |
En Extremadura, el movimiento terrorista del ecologismo es mas débil que en otras regiones de España, se circunscribe a energúmenos aislados y pequeños grupúsculos muy minoritarios de la sociedad llenos de odio y fanatismo pero eso si, con una capacidad de acción aislada, reducida a ataques nocturnos y en manada por la espalda contra ciudadanos indefensos. Por ello, la situación es idílica desde un punto de vista operativo para derrotar al ecoterrorismo.
Antes de nada, como ocurre con cualquier forma de terrorismo, hay que analizar la forma de éste. El ecoterrorismo va ligado a la extrema izquierda y el odio a España. En el fondo, como pasa con ETA o los GRAPO, el ecoterrorismo no es más que otra forma de odio ante todo aquello que defienda la democracia y la libertad frente a la barbarie y la dictadura del proletariado. Los animales a estos asesinos les importan un pimiento. Todos, absolutamente todos los integrantes del ecoterrorismo en España están cortados por el mismo patrón: ideologia de extrema izquierda (comunistas, anarquistas, republicanos), odio a España, odio a la propiedad privada (pensamiento ultra izquierdista) y simpatías y apoyo con otras organizaciones terroristas como la ETA.
Desgraciadamente, Extremadura no dispone de medios policiales y jurídicos (como si tienen otras regiones) para combatir el terrorismo ecologista. Pero si dispone de otros medios para poder defender al pueblo extremeño del terror y la barbarie del ecologismo terrorista. Y utilizaremos esos medios para crear una ley autonómica que defienda al ciudadano extremeño del ecoterrorismo: Ley Extremeña contra el Terrorismo Ecologista. -LEXTE-
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Ciudadano agredido en un ataque por la espalda
por un grupo de asesinos animalistas.
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En primer lugar, se creara un órgano autonómico dependiente del gobierno regional que coordine la lucha contra todos los actos de terrorismo ecologista tanto contra ciudadanos, como contra propiedades privadas así como a través de internet. Una vez identificados estos (para lo cual se potenciará la colaboración ciudadana) se procederá a actuar contra ellos:
1º) Se aplicarán sanciones económicas administrativas entre 150 y 700 euros a aquellas personas que de forma individual insulten o amenacen a agricultores, ganaderos, pescadores, cazadores, toreros, pequeños propietarios, jornaleros o cualquier otra persona víctima de estos hechos.
2º) Si los insultos o amenazas se produjesen con publicidad usando la imprenta o medios de difusión dichas sanciones oscilaran entre los 300 y los 6500 euros.
3ª) Si estos hechos fuesen acompañados de violencia física o daño contra las propiedades, ganado o cosecha de las victimas la sanción administrativa oscilará entre los 3.500 y los 375.000 euros dependiendo de la gravedad de la sucedido así como la inhabilitación para la función publica autonómica entre 3 y 10 años.
4ª) Si se produjese reiteración una vez sancionado por el mismo acto se interpondrá la pena máxima de cada punto anterior así como la inhabilitación para el ejercicio de la función publica entre 3 y 15 años.
5º) Si el que cometiese tales actos delictivos fuese funcionario público la sanción económica única oscilaría entre 3.000 y 150.000 euros e inhabilitación para el ejercicio del cargo público que ostentase entre 5 y 25 años así como para poder acceder a cualquier otro.
Del mismo modo, la LEXTE dotará de capacidades profesionales tales como abogados, psicólogos y demás especialistas para las victimas del ecoterrorismo, ayuda económica para los afectados por actos ecoterroristas así como la promoción de los valores rurales en todo el ámbito social extremeño empezando por la infancia desde las escuelas para cortar de raíz el movimiento terrorista ecologista en nuestra sociedad.
De todas formas, la LEXTE estará permanentemente abierta a las victimas del ecoterrorismo para adaptarla en todo momento a las necesidades de lucha antiterrorista en nuestra sociedad.